jueves, 18 de mayo de 2017

Sin EVOLUCION no hay CAMBIO

En toda construcción política, generalmente hay un proyecto principal, que marca con un trazo grueso al conjunto de los componentes de ese espacio, y hay diferentes proyectos secundarios que tienen que ver con la territorialidad, con la especificidad y con la individualidad.
El proyecto principal de CAMBIEMOS, fue la necesidad de reemplazar el populismo demagógico , autoritario, falaz y opresor del kirchnerismo, por la reconstrucción de la democracia participativa, que permita entre otras cosas, llevar adelante una de las reglas de oro de la democracia , como dice Fredi Storani, como es la alternancia.
La Unión Cívica Radical recuperó prestigio, cumpliendo con su misión histórica y esencial, al integrar una coalición que permitió salir del oscurantismo mentiroso, para encarar una etapa institucional de mayor normalidad.
Dos expresiones que pronunció Cristina de Kirchner en su marginal gira europea, reafirman ese concepto, para dimensionar cabalmente en que lugar están actualmente los enemigos de la democracia.
Por un lado, con la soberbia de quien algún protector de asesinos como Eduardo Aliverti la menta como un gran cuadro político, y cuya formación no deja de ser limitadísima, menospreció a cada uno de los ciudadanos, más aún a quienes la siguen e idolatran, afirmando que ellos mismos no advertían que su progreso o sus logros, no constituían mérito personal, sino que en realidad era el fruto del exitoso modelo que ella misma tutelaba y guiaba desde el Olimpo del progresismo revolucionario.Una descarada muestra de nihilismo y desaprensión de la condición humana.
Por otra parte, en otro episodio de autosuficiencia y vanidad, señaló que su generación sabía interpretar la realidad y los hechos más allá de la letra de los diarios, y a eso atribuyó su derrota electoral. Justamente ocurrió todo lo contrario, se leyó correctamente el derrotero del régimen kirchnerista, y la sociedad limitó ese castigo filobolivariano.
Uno de los proyectos secundarios reside, en la absurda imposición que se quiere practicar, por parte de quienes se definen como lo que no existe, que es CAMBIEMOS, en la Ciudad de Buenos Aires, proscribiendo con argumentos insólitos a un SI verdadero cuadro técnico y político como Martín  Lousteau, de probada capacidad y que de alguna manera recrea la mística de los viejos cuadros juveniles, que tenían una sólida formación, lo que es imprescindible para llevar adelante la conducción de cualquier estamento.
La mejor manera de contribuir al proyecto principal, es justamente ampliar la base de CAMBIEMOS, y permitir que todas las expresiones que pueden coincidir en los objetivos básicos, diriman sus posiciones , como corresponde , ante el electorado.
El PRO, la COALICIÓN CIVICA, y algunos radicales, lamentablemente se han prestado a lo que en última instancia es suscribir al proyecto secundario, personalísimo, de Rodríguez Larreta, asustado todavía , por la excelente elección de ECO.
Los radicales hemos hecho de las internas una tradición y hemos limpiado en el último tiempo, a los traidores que mancillaron y ofendieron los símbolos partidarios y los principios fundacionales.
Esperemos que en el tiempo que queda, prime la necesidad de cuidar el proyecto principal.
El enemigo, es otro en verdad, y el ejemplo de Venezuela, es el más crudo exponente del autoritarismo sin límites