sábado, 16 de diciembre de 2017

Menos calle que Venecia( Civilización... o populismo)

" Menos calle que Venecia", es la frase que utiliza un filósofo K, para señalar a alguien con mucho excell y poco estaño.
Lamentablemente esto es lo que ocurrió con el gobierno nacional, que persiste en el error de atender a las planillas de Quintana y Lopetegui, y a la mezquindad de Marcos Peña, en vez de escuchar a los cuadros que podría aportar la Unión Cívica Radical, curtidos en remar tormentas y expertos en padecer el golpismo populista. El afiliado radical Martín Lousteau , bosquejó una solución desde su banca de Diputado, para la reforma previsional, a la que no se la mostró como parte de un acuerdo integral, entre los gobernadores, con excepción de " Puigdemont" Rodríguez Saa, y el gobierno nacional,  que incluía un pacto fiscal que firmó hasta la mismísima tía Alicia, rendida ante su provincia incendiada...por ellos mismos, y una reforma tributaria, y a la que no se hizo caso.
Estos muchachos, de vidas acomodadas, cultores del modelo autopísta-country-shopping, no han caído en la cuenta, que si referentes incuestionable y genuinamente nacionales y populares, como Luis Cáceres y Federico Storani, han propiciado y aceptado  en su momento la conformación de CAMBIEMOS, es porque la opción de la hora, despúes del latrocinio y autoritarismo kirchnerista, émulos reivindicadores de la soberbia armada Montonera, era justamente Civilización, es decir democracia participativa o la Barbarie, que vimos en el tratamiento de la ley de Reforma Prevsiona, tanto en comisión o en el recinto, y ni hablar en las calles del barrio de Congreso, buscando repetir el golpe social de 2001, que contaba como quintacolumnas dentro de la Alianza, a ex funcionarios luego K, como Nilda Garré y Diana Conti, y diputados como el expulsado Leopoldo Moreau, afortunadamente, hoy miembro de UNIDAD GOLPISTA.Los saqueos, el social, jamás se produce por hambre, sino porque lo fogonean golpistas que buscan tumbar gobiernos elegidos democráticamente, salvo que los televisores y los packs de cerveza que se robaban , por ejemplo en el desaparecido mayorista de Ciudadela, sirvieran para un guiso o un puchero.
El PRO debe entender de una vez por todas, que Macri, sin el aporte territorial y militante del radicalismo nunca hubiese sido presidente, y que sin la participación mayor de hombres de la UCR, no se hubiesen cometido estos errores inconcebibles, que hace aparecer a una fuerza que ganó a nivel nacional las elecciones legislativas, aún con la censura del Lililarretismo sobre la UCR Capital, como debilitada y copáda por los cobardes de La Cámpora, aptos para todo Circo y negados para el trabajo por el bien común.
Por eso deben ser interpretadas en su justo sentido las palabras del flamante Presidente de la UCR, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. Cuando señala,que debe haber más Cambiemos y menos PRO, y UCR, expresa que CAMBIEMOS, debe fortalecerse con mayor injerencia de la UCR y menos del PRO, para que se integre un espacio con mayor participación de la militancia política y menos de los CEOS, que toman decisiones enemistadas con la doctrina e historia de un Centenario Partido como lo es el nuestro.
Y también , la presencia de Enrique Nosiglia y Rafael Pascual, en la conducción nacional, garantiza la identidad partidaria, de lo cual deben tomar nota aquellos correligionarios enrolados en el Club del 2%, si lo que pretenden en realidad es asociarse al Club Helicóptero, porque parece que nunca aprenden de ese viejo axioma de ese pensador riojano, que decía que en política , el que se calienta pierde.
El polítólogo Andrés Malamud, señalaba algo así como que la UCR, estaba en coma y Gualeguaychú la revivió. De los propia UCR y de los propios radicales, depende mantener y acrecentar el prestigio recobrado de cara  a la sociedad, marcando con firmeza, lo que estos muchachos de oficina y marketing, se empeñan en arruinar, porque tienen menos calle que Venecia