" Somos la causa de los desposeídos", era un apotegma , que con justísima razón, en los años del nacimiento de la Unión Cívica Radical, levantaban los fundadores del partido, en esas épocas, en los que tanto los derechos de los trabajadores, como los prerrogativas cívicas, eran conquistas a alcanzar por parte de una sociedad que estaba marginada en estos aspectos.
Conseguidos el sufragio universal y la mayoría de los derechos sociales, durante los gobiernos de YRIGOYEN Y ALVEAR, se inauguró la nefasta serie de interrupciones del Orden Constitucional, que prohijó en primera instancia la Década Infame, y luego, con la irrupción e influencia de la Segunda Guerra Mundial, tomó el poder, con la Revolución del 4 de junio de 1943, el gobierno nazi de Farrell-Perón.
La guerra promovió, una lucha por la recuperación de las libertades públicas, y el orden constitucional, lo que se aceleró por la caída del régimen nazi, en la que fue una insólita HOY alianza entre Stalin, Churchill y Roosevelt, para recuperar la institucionalidad democrática que el Fascismo y el Nazismo, habían conculcado.
Esa lucha en Argentina se materializó, a través de la Marcha de la Constitución y la Libertad, del 19 de Setiembre de 1945, en la que la Unión Cívica Radical tuvo activa participación, incluso con dirigentes del calibre de Ricardo Rojas, marchando con Socialistas e incluso, venciendo la renuencia de hacerlo, con Conservadores, porque estaban en juego los ejes convocantes de la marcha, la Constitución y la Libertad.
Los ardides y la victimización de Perón, desde su rol triple de Vicepresidente, Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo , armaron una marcha mucho menor, el 17 de Octubre, y Cipriano Reyes mediante, líder del Partido Laborista, y torturado después por el régimen de Perón, se construyó el mito, que no fue otra cosa que la eterna componenda del peronismo con el gremialismo adicto, promovido desde la relación de Perón con los Sindicatos. La inspiración Mussolinista, más allá de la caida del Duce, estaba presente en la construcción política de quien participó del Golpe a Yrigoyen.
Este fue el nacimiento del Populismo en Argentina de la vulneración de la cultura del trabajo , con orígen y raíces fascistas, pero que terminó provocando que los nuevos " desposeídos" abrazaran esa Causa y la Unión Cívica Radical, terminó representando a los Sectores Medios, los cuales eran la " chusma de Yrigoyen", ante la aparición de estos nuevos actores, que el peronismo se encargó muy bien de multiplicar promoviendo una clase marginal, que fuese su clentela y el producto de su fábrica de pobres y no instruídos.
El Gobierno de Perón, tuvo legitimidad de orígen, pero perdió legitimidad en el ejercicio. La pierde un gobierno que tortura, como a Félix Luna, confesado por el mismo escritor en su libro Perón y su Tiempo, la Argentina era una fiesta 1946-1949,que persigue, desafora y encarcela opositores, como ocurrió con Ricardo Balbín, y que ejerce una férrea opresión y censura sobre la libertad de prensa y expresión, a través del Secretario de Prensa Raúl Apold, la Editorial Haynes de medios propagandísticos del régimen, y la asfixia de medios críticos, incluida la prohibición de nombrar a legisladores opositores, salvo para denostarlos.
La Clase Media se aferró fundamentalmente a la Unión Cívica Radical, para la defensa de sus derechos y libertades cívicas, ante el atropello autoritario del peronismo.
Ya durante la tragedia setentista del peronismo, la Unión Cívica Radical, de la mano de Don Ricardo Balbín, un extraordinario estadista a quien solo le faltó la Banda Presidencial, fue el refugio de la institucionalidad, del estado de derecho, de las libertades públicas, ante la ordalía de sangre que promovió la Juventud Maravillosa , captando sectores de todos los estratos, embelesados por la épica rómantica de la nefasta, asesina, hambreadora y dictatorial Revolución Cubana, y que Perón y López Rega, contestaron desde la Triple A.
El mayor momento de gloria para la Unión Cívica Radical, que fue el triunfo de Raúl Alfonsín el 30 de Octubre de 1983, tampoco pudo nuclear a ese sector del cual pretendemos ser la " Causa". Ni los asesinatos de Montoneros, ni los de la Triple A, ni el Rodrigazo, ni los encuentros de Firmenich con Massera en París, impidieron que ese sector vote al peronismo, que nunca saca menos del 40% de los votos, juntos o separados. Los costos que paga el peronismo por la sangre que le hace derramar a la sociedad , son ínfimos.
Ni hablar de la tragedia partidaria que constituyó el Golpe Social que recibió Fernando De la Rúa, que hizo que TODA la responsabilidad de esa crisis recayera en la UNION CIVICA RADICAL, mientras que el FREPASO, embrión del kirchnerismo, con la honrosa excepción de Graciela Fernández Meijide, se recicló en un populismo de izquierda , fascista, autoritario y demagógico, caldo de cultivo para el voto clientelar, del cual queremos ser la Causa y que NO quiere que lo seamos.
Hay un sector de la sociedad que nos reclama que los representemos, que SEAMOS SU CAUSA, ese sector que demanda ética, moral, democracia, institucionalidad, división de poderes, justicia independiente, libertades públicas y de expresión.
Lamentablemente hay un grupo de talibanes partidarios, que desde su anacrónico combate a la derecha, desdeña los valores que nos identifican, y por los cuales ese sector medio se sintió identificada con la Unión Cívica Radical, y en función de ese combate, terminan, algunos fuera del partido, y otros, tirando la piedra desde la periferia, pretendiendo la adhesión de un sector que es cooptado por el populismo kirchnerista, que en realidad coopta a esos dirigentes y militantes.
Por eso tenía tanto sentido las palabras de un notable referente "...Si UNEN no demuestra capacidad para unificar fórmula, si el PRO y el Frente Renovador no entienden que no le va a alcanzar, estamos en un problema y un problema grave, si por el contrario están a la altura de las circunstancias y transitan el camino que el sentido común, la lógica y las matemáticas indican, después del resultado de las PASO, la elección general será un simple trámite para cubrir las formas, cada una de las tres fuerzas con sus candidatos y con sus programas dentro de un Frente amplio para la recuperación de la República, que garantice el afianzamiento de esos principios, la consolidación del sistema democrático, la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico y un punto final a la impunidad, comprometiéndose a legislar sobre la imprescriptibilidad de los delitos cometidos por los funcionarios públicos.
Espero se haga la luz y encuentren el camino..."
Ese notable referente era Luis Changui Cáceres. Escribió esto el 22 de diciembre de 2014, y muchos de sus seguidores, reniegan de lo que postulaba.
