En estos tiempos de bastardeo ideológico, de oportunismo y onanismo discursivo, es bueno y necesario reflexionar acerca de algunas enseñanzas que debiéramos haber recibido, y cuyas lecciones no hemos aprendido.
Finalizado el gobierno del " golpista" y " cómplice de la dictadura " Mauricio Macri, hemos retornado los argentinos a las bondades del gobierno Nac$Pop, tan eficaz en su relato , tanto del pasado como del presente, de manera tal que la CGT no exige más bonos y paritarias, el Sindicato Docente de la Provincia que comanda el viajero caribeño Baradel comienza sus clases a tiempo y sin más reclamos, para satisfacción y necesidad del pequeño marxista ilustrado que gobierna la provincia, y no se rompen más baldosas para tirarle a la policía en el Congreso, cuando , efectivamente, se le roba la posibilidad de aumento según la inflación pasada a los jubilados.
Hay valores que los radicales hemos incorporado como parte de nuestro orgullo de ser radicales. El Gran Ricardo, nos enseñó lo que representaba la libertad, el valor de poder expresarnos, una sociedad con libertad de prensa y sin censura. Pagó con su libertad, defender estas banderas radicales, hoy menospreciadas, frente a la etiquetas ideologizadas.
Por supuesto, que mantuvo siempre en alto, que nuestra causa es la causa de los desposeídos, y frente al régimen que lo desaforó y encarceló, respondío con la altura y dignidad, que ni muerto él estarían a mano sus opresores, con su causa , la de la Revolución Radical en el plano de las Ideas.
El Gran Ricardo, protagonizó como nadie el diálogo político, imprescindible, en tiempos en que los " Estúpidos e Imberbes" de aquellos años, pretendían, como en una medida mas light hoy, acercarnos a la asesina y hambreadora Revolución Cubana, y que inconcebiblemente, algunos que se dicen radicales defienden. Saltó la tapia de las diferencias, para hacer una contribución imprescindible, para la pacificación que no quería la soberbia armada, que integra el gobierno Nac$Pop de hoy.
Y el Gran Ricardo , hizo un llamado dramático, para evitar que el terrorismo de estado, no atentara contra la Democracia, lo que ya estaba haciendo la guerrilla antinacional, pero sus intenciones no pudieron convencer a los golpistas.
El Gran Ricardo fue un símbolo de la Etica, la Moral, la Honestidad, la Institucionalidad. Debió soportar las diatribas de algunos iluminados, tan soberbios como los armados que buscó con su diálogo, limitar, y que están tan cerca en su jubileo ideológico.
Hoy la sociedad nos reconoce y reclama a los radicales, la defensa de esa Etica, de esa Moral, de esa Honestidad, y de esa Institucionalidad que el Gran Ricardo supo defender y transmitir como nadie, aún cuando el partido se rompió, por la zanahoria populista, gérmen de los males de la Argentina desde hace 80 años.
El Gran Ricardo, es el Doctor RICARDO BALBIN.
Quien creías que era...?
