viernes, 8 de mayo de 2015

Este Santoro merece la roja....

Pepé Santoro fue un extraordinario arquero de Independiente, ganador de Copas Libertadores y la Intercontinental contra la Juventus en 1973, el día de la pared Bochini-Bertoni.Paradójicamente el club de Raúl Alfonsín y Bernardo Grinspun, quien llevó a su asunción, al jugador que mejor interpretó y entendió el fútbol en todos los tiempos, Ricardo Enrique Bochini.
Pepé Santoro, fue después maestro de arqueros , y el bombero, que apagaba los incendios, de la pésima etapa de Independiente, post Pastoriza-Bochini, un hombre de bien , destacado en su actividad.
Hay otro Santoro, que usurpó otra camiseta, otra bandera, que también tiene el rojo, aunque combinado con blanco, y que es la de la Unión Cívica Radical.
Este Santoro, vendiendo una miltancia comprometida, dio el rodeo que han hecho muchos, que a caballo de la primavera alfonsinista, como Gustavo López y María José Lubertino, pretendieron desviar a la Unión Cívica Radical de su compromiso, republicano, institucional y abarcador, porque soñaban con un partido elitista, sectario, y confluyeron al fin, en el olimpo de la negación de todos estos valores, como lo es el gorilkirchnerismo.
Santoro, con la influencia, la tutela, la bendición del mayor traidor contemporáneo que padeció el partido, Leopoldo Moreau, repite la emética sentencia de Popol, asociando al kirchnerismo como la continuidad histórica del alfonsinismo.
Tenemos que repetir la connivencia de los Kirchner con los militares en Santa Cruz, con Alicia funcionaria provincial, y Nestor participando de actos castrenses, corroborado en fotos de la época, mientras Alfonsín desfilaba por Tribunales firmando habeas corpus para desaparecidos?
Tenemos que repetir que Nestor Kirchner fue el gobernador estrella del menemismo, que hizo operaciones derivadas de la venta de YPF, asesorado por Cavallo, que convalidó todas las medidas de ese primer gobierno( Indulto, Privatizaciones, AFJP, Flexibilzación laboral), con su apoyo a la reelección de Menem, en 1995, enfrentando a los peronistas disidentes, Bordón Alvarez, mientras la UCR, ejercía una oposición pertinaz, y que el Pacto de Olivos, fue una acción, ingenua, que buscó moderar la Reforma que Si o Si, Menem iba a cvonsagrar para su reelección y la de gobernadores como Kirchner?
Tenemos que repetir que mientras los Kirchner se enriquecieron durante el ejercicio de la
función público,  Raúl Alfonsín, salió de la Rosada, tal como había entrado?
Tenemos que repetir, que la caterva de blogueros K, que postean en Clarín con cobardes nombres como Anciano de la Tribu o Papolo Mursa, festeja el pase de Santoro, como si hubieran comprado a Messi, cuando en realidad compraron al tres del Sportivo Italiano, señalando los abucheos que la Rural le profiriío a Alfonsín, pero nunca reconocen que a caballo de esos chiflidos, provocaron ellos, que fueron partíicipes del menemismo, la salida anticipada de Raúl, para disfrutar las bondades del " neocoervadurismo" que tantos dividendos políticos y económicos les dio?
Tenemos que repetir que Moreau, era el primer " siraulista", que defendía " como razones de estado", las medidas que tomaba Alfonsín, aún antipopulares, como la Obediencia Debida y el Punto Final, y que los K hoy, cuando alguno despierta de la borrachera y critica a Alfonsín , lo denostan a Raúl, aludiendo a las mismas resoluciones que ponderaba Moreau?.
De ninguna manera hay una continuidad histórica, porque el gobierno de Alfonsín tuvo una integridad moral que desconoce el kirchnerismo, porque trabajó por encontrar " comunes denominadores" para integrar a los argentinos, mientras esta banda, vende un cuento épico inexistente, haciendo negocios con " grupos concentados y hegemónicos"; que integran ellos mismos.
Y hay una enorme y sustancial diferencia, porque Alfonsín antes que nada era radical, y no salía del marco orgánico que fijaba el partido, aún cuando, como ocurrió , perdiera alguna interna, en tanto los Kirchner, han fluctuado por la línea que conviniese a sus intereses económicos y personales, al punto de traicionar , como lo marca su ADN, a quien lo entronizó en el poder.
Por esto es que Santoro, compañero de fórmula de un " Estúpido e Imberbe " de hoy, sin armas, pero  con la misma rapiña y voracidad de los soberbios armados de ayer, merece la tarjeta roja por complicidad con el más antirepublicano régimen gobierna desde la recuperación de la Democracia.

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